Este organismo, creado en 2009, es una fundación pública en la que participan diversas consejerías y servicios específicos de la Generalitat y tiene su sede en Reus.
Bajo el paraguas del Cesicat, que en principio se creó para velar por la seguridad de las telecomunicaciones privadas y públicas, se activó un departamento que, en contacto permanente con los Mossos d’Esquadra, se dedicaba a rastrear las redes sociales (Twitter, Facebook, YouTube…) en búsqueda de mensajes e intercambios de comunicaciones sospechosos de ser potencialmente peligrosos para el orden público. Este servicio lo venía prestando para el Cesicat la empresa Incita (anteriormente denominada TB Security), del empresario Gorka Jiménez.
AL SERVICIO DE LOS MOSSOS
En los últimos tiempos, ha habido problemas laborales en Cesicat y también en Incita, lo que parece estar en el origen de la fuga de información sobre estas actividades alegales que, en nombre del grupo Anonymous, se ha ido difundiendo por entregas en los últimos días a través de Internet. La documentación que se ha filtrado hace referencia a la sistemática monitorización que realizaba Incita de los perfiles y hashtags que consideraba vinculados a los movimientos antisistema o a activistas sociales -y también a políticos de la izquierda radical- susceptibles de organizar convocatorias de protesta. Estas informaciones, según se desprende de las capturas de pantalla que se han difundido, eran transmitidas a la consejería de Interior para su uso por parte de los Mossos d’Esquadra.
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