Boletus satanas: cómo diferenciar la seta tóxica que puede darte un disgusto

Los amantes de las setas aguardan la llegada del otoño durante todo el año. Una de las viandas más exquisitas es el boletus edulis, aunque también existen otros tipos de boletus comestibles, como el boletus aereus o el boletus pinícola. Sin embargo, también hay especies con las que debes tener cuidado, como el boletus satanas.

Rubroboletus satanas, boletus satanas, o boleto de Satanás —también apodada mataparientes, boleto de satán, corvall del dimoni, satan onddo o matagent— hace justicia a su nombre: a la vista es un hermoso espectáculo, con su endemoniado y bonito color rojo, pero su consumo es perjudicial para la salud, ya que pertenece a las setas tóxicas que no deben comerse.

No es muy habitual comer boletus satanas sin querer, puesto que, aunque es posible confundirlo con especies cercanas como B. rhodoxanthus o con ejemplares juveniles de B. calopus —que tampoco son comestibles— o guarda cierto parecido con otros boletus comestibles como el boletus erythropus, si te fijas bien, es sencillo distinguirlo.

Cómo diferenciar el boletus satanas

Desde La Casa de las Setas describen las características para reconocer el boletus satanas y no confundirla con ningún otro hongo comestible:

• Sombrero de gran tamaño: es un sombrero compacto y muy grueso con una cutícula entre verde oliváceo y blancuzco pálido. 
• Destaca su gran tamaño, pudiendo alcanzar su sombrero hasta 25 o 30 centímetros de diámetro. De joven tiene forma esférica y textura aterciopelada y mate, y cuando es maduro, forma convexa y textura lisa. Puede haber ejemplares de hasta dos kilos de peso.
• Los poros del boletus satanas tienen un tono amarillento al principio, luego anaranjado y posteriormente rojizo o anaranjado. Azulean de manera lenta al corte
• Un llamativo pie rojo: uno de los rasgos diferenciales del boletus satanas es su pie, rechoncho o panzudo y de gran porte, con un color rojo sangre.
• Olor desgradable, especialmente al envejecer, sabor dulce y carne compacta de un color crema o amarillento claro, que cambia a tono azulado verdoso si realizas un corte.

No es un hongo muy común, sino raro. Está presente en regiones meridionales europeas, siendo más raro o estando directamente ausente en los países septentrionales.

Fructifica en verano y a principios de otoño en bosques cálidos, frondosos y mixtos, formando asociaciones ectomicorrícicas con robles y castaño, aunque también se hospeda en hayas y tilos. Es una seta exclusiva de suelos calizos, y al ser termófila, desaparece cuando llega el frío. Es una especie a proteger, y verla es todo un espectáculo: sácale una foto, pero no te la lleves.

Cómo es la intoxicación por boletus satanas

Haciendo justicia a su nombre, la intoxicación por boletus satanas es de las más virulentas, aunque tu vida no correrá peligro como con otras setas venenosas. Causa síndrome gastrointestinal fúngico, que se produce de forma muy rápido, entre los siguientes 20 minutos y cuatro horas posteriores a su consumo.

Los principales síntomas son alteraciones intestinales y gástricas, como un fuerte dolor de barriga, diarrea, vómitos y náuseas. También son comunes calambres musculares, cefaleas y trastornos del sistema circulatorio. Debe controlarse la deshidratación.

EProvocan alteraciones gastrointestinales, diarreas, náuseas y fuertes dolores pero más allá de una deshidratación no sería peligrosa.

Si consumes boletus satanas por error debes llamar por teléfono al Servicio de Información Toxicológica: 91562042 / 914112676 —que brinda atención por parte de personal médico especializada las 24 horas del día y los 365 días del año— y seguir sus indicaciones.